jueves, 12 de agosto de 2021

El cartoon encuentra el terror: I conigli rosa uccidono (Dylan Dog)

Eddie Valiant y Roger Rabbit

Los dibujos animados de género cómico son bien conocidos por su propias leyes físicas que permiten a los personajes de cumplir acciones cómicamente exageradas sin tener heridas importantes: este concepto se llama comedia slapstick. Los ejemplos más célebres de slapstick se pueden encontrar en los cortometrajes de Looney Toons, Tom & Jerry y Popeye el marino.

¡Y esta es solo una parte de los cameos!

¿Qué pasaría si los personajes de dibujos animados coexisten con los humanos? En 1988 la película ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizadas por Bob Hoskins, Christopher Lloyd y Charles Fleischer, propone un mundo donde humanos y toons conviven: ellos actúan en sus cortometrajes de cine como los actores humanos, pero siguen igual las leyes del slapstick. Esta increíble película de culto de finales de los años 80 fue creada con una técnica mixta: se grabaron las escenas de acción real, luego los animadores añadían los toons, creando las interacciones entre los dos en pantalla. La película está llena de cameos de personajes celebérrimos, y una de las pocas ocasiones en que los mayores personajes Disney y Warner Bros se encuentran. 

Portada de Dylan Dog n.24
Algunos meses después en el mismo año, en Italia se dio otra respuesta a la pregunta desde una angulación terrorífica: Dylan Dog (hablamos del cómic en pasado) propone en los quioscos el número 24 titulado I conigli rosa uccidono (Los conejos rosa matan), escrito por Luigi Mignacco con los dibujos de Luigi Piccatto y Cesare Valeri. La criatura protagonista es el celebérrimo conejo animado Pink Rabbit, homenaje y parodia de los Looney Toons y los principios del slapstick. Pink Rabbit es presentado como personaje de ficción en el mundo de Dylan Dog, producido por el estudio Sandy Sidney (evidente parodia de Disney). Increíblemente, Pink Rabbit llega al mundo real, e intenta jugar con sus nuevos “amigos de carne” de la misma manera de su país de origen: ¡violentos chistes slapstick! Desafortunadamente los humanos no siguen las mismas leyes físicas de los toons, por eso podéis imaginar los resultados brutales y splatter de sus juegos, y sus perplejidades: ¿por qué sus nuevos amigos no se recuperan, son frágiles?

Pink Rabbit acabó de jugar
con su animador Frank
Cuando la esposa de uno de los animadores principales encarga a Dylan el caso de su asesinato (el marido solía tener pesadillas sobre Pink Rabbit y recientemente le vio en el mundo real), una serie de eventos lleva Dylan al mundo animado de Pink Rabbit. Sin embargo, como en muchas otras historias memorables del personaje, la narración nos ofrece dos explicaciones, una sobrenatural y una más terrenal, ¡y una no excluye la otra! Pink Rabbit existía realmente o era la máscara utilizada por su creador para cumplir asesinatos? En un increíble golpe de efecto, ambas son la verdad, cuando Groucho revela a Dylan de haber visto su pelea contra Pink Rabbit en televisión. La existencia del mundo de los toons se trata posteriormente en el número 107, Il paese delle ombre colorate (El país de las sombras coloridas) del 1995. Aquí se explora el mundo animado de Jumpo (el verdadero nombre de Pink Rabbit) y se comprende que en realidad el conejo no es tan malo, simplemente no comprende el mundo de las personas de carne.

Portada de Dylan Dog n.107
Jumpo tuvo dos otras historias dedicadas a él, en dos títulos secundarios de Dylan Dog: en 2009 es protagonista de I conigli rosa colpiscono ancora (Los conejos rosa golpean otra vez) en el anual Almanacco della Paura y en 2018 de I conigli rosa muoiono (Los conejos rosa mueren) en el título trimestral Color Fest dedicado a historias en color. La tetralogía escrita por Luigi Mignacco nos regaló uno de los personajes más interesantes y memorables de la serie, y uno de mis favoritos que espero ver aparecer en otras historias en futuro. 

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